La interpretación de Kevin Kline muestra un profundo conocimiento del personaje, que después de todo es mejor que la mayoría de los profesores y los hombres. Y nos interesa, no porque sea perfecto, sino porque lamenta sinceramente no serlo.

Roger Ebert: rogerebert.com 

William Hundert. Un profesor, ya maduro, ha sido convocado en un lujoso hotel para una reunión de antiguos alumnos suyos. Los recuerdos se agolpan en su memoria. Aquel curso del 72, en la prestigiosa escuela de St. Benedict. Un año más, logra apasionar a sus alumnos con la enseñanza de la historia de Roma. Sabe usar recursos pedagógicos para alimentar la curiosidad natural de los adolescentes: como el de hacer leer la inscripción que preside el fondo de la clase, que narra los hechos guerreros de un rey del que, en la actualidad, nadie recuerda siquiera el nombre. Puede empeñarse uno en ganar el mundo entero, pero para que las realizaciones perduren, hay que hacer algo más, salir del cascarón del propio egoísmo.

Hundert lo tiene claro: no sólo enseña una asignatura; ante él hay personas, jóvenes, con toda una vida por delante, que en el futuro ocuparán posiciones importantes en la sociedad. Y tiene que moldear su carácter, ayudarles a forjar su personalidad. Pero ese curso se va a encontrar con un alumno problemático, que llega con el curso ya empezado. Se trata de Sedgewick Bell, hijo de un senador. Un chaval muy listo, pero que va a lo suyo, y sometido a una enorme presión por parte de su padre, quien no se ocupa mucho de él, pero que sí desea su triunfo social.

 

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Por formandotec

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10 comentarios en «El club del emperador o lección de honor»
  1. Gracias por compartir esta joya fílmica. Diré que el mensaje que de ella se deduce es bien concreto: la mediocridad parece muy injusta por robarle oportunidades a los que son brillantes en su esencia y en sus obras. Sin embargo, la justicia se reivindica, al final del camino que cada uno se labra. La conciencia del honor es el juez más severo. Por eso se convocó al concurso por segunda vez.

  2. en verdad, al final de la pelicula me entero, de que cuando se tiene todo en la vida, la educacion basica, solo es papeleo, no hay problemas eticos y morales de relevancia, todo se puede solucionar de manera facil. con una llamada o con dinero. el camino que se labra William Hundert, es el camino que siempre deseo. cae dos veces en el mismo herror y sencillamente no le importa, al contrario utilizo a todos para su campaña politica.

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