El “flipped classroom” o “darle vuelta a la clase” no es una metodología; sino una nueva forma de ver el rol del docente y de los estudiantes dentro del proceso educativo. Así lo trata de demostrar Jonathan Bergmann y Aaron Sams, maestros de Química de Escuela Secundaria de la ciudad de Woodland Park, Colorado y pioneros en el desarrollo de “la clase al revés” en su libro Flip Your Classroom. Reach Every Student in Every Class Every Day: En el cual, plasman sus experiencias e invitan a los maestros a empezar a desarrollar esta propuesta. Pero, la pregunta es: ¿En qué consiste “darle vuelta a la clase”?
Antes de responder a la interrogante, es necesario considerar algunas ideas que el propio Marc Prensky (reconocido educador, escritor, conferencista y diseñador de juegos educativos) desarrolla en el prólogo realizado para el libro de Jonathan Bergmann y Aaron Sams. En el cual expresa que “El viejo papel educativo de transmitir información ha sido sustituido por enseñar a los estudiantes a enseñarse a sí mismos”. Sin embargo, “El problema frente a ello es que muchos maestros se han formado en un mundo preinternet y con valores preinternet. Por lo cual, les resulta difícil entender que los alumnos del siglo XXI aprenden no solo a través de los libros impresos, de los debates y conferencias, sino también a través de videos, audiolibros, libros electrónicos, películas, presentaciones multimedia, mensajes de textos, redes sociales, etc.” Afirma también que “El video es el nuevo texto”. – En estos tiempos, ¿Quién no ha buscado aprender algo que desconocía a través de un video en internet? – Presky señala que “La clase al revés gira en torno a los estudiantes. Ellos no necesitan contenidos, sino motivación, respeto, empatía y ayuda para descubrir y desarrollar sus propios intereses personales […] Lo que los alumnos de hoy no quieren ni necesitan de sus profesores es que les den conferencias en el aula […] Dar a la tecnología aplicaciones de gran alcance, que permitan a los estudiantes hacer cosas que no podían realizar antes, es lo que todos los educadores deberían estar buscando y poniendo en práctica”.
Volviendo a la pregunta planteada en un inicio y en un intento de responder a grandes rasgos lo que es “La clase al revés”a partir de lo expuesto en el libro de Jonathan y Aaron. Diremos que «dar vuelta a la clase» consiste en invertir lo que normalmente se hace en el aula y lo que se realiza en casa; es decir, que lo teórico se desarrolle en casa y lo práctico en el aula. Así el docente desempeñará su rol de mediador del aprendizaje; mientras que el estudiante asume la responsabilidad del mismo, dejando de ser un simple receptor de información. Por ejemplo, Jonathan y Aaron nos proponen crear o utilizar videos para lo que se hace fuera de clase; puesto que lo audiovisual resulta más atractivo para los alumnos de hoy. Siempre y cuando vayan acompañados de alguna actividad específica (utilizar organizadores, elaborar interrogantes sobre las dudas que tengan, etc.) que nos garantice que los estudiantes han visto el video y vienen preparados para desarrollar las actividades propuestas para el aula. Eso sí, el uso de videos no es obligatorio se pueden reemplazar con otros materiales que el docente crea conveniente y según la realidad de sus estudiantes. Pero si desea crear o usar videos; estos deben ser breves y no durar más de 10 o 15 minutos.
Ante lo dicho anteriormente surge la siguiente interrogante ¿por qué “dar vuelta a la clase? Según los autores…
NO debería “dar la vuelta” a su clase:
Porque los expertos así lo señalan.
No adopte ninguna estrategia de enseñanza sin pensarlo muy bien antes.
Porque piensa que así creará una clase del siglo XXI.
La pedagogía siempre debe dirigir la tecnología, y no al revés.
Porque cree que estará a la vanguardia de las tendencias.
La “clase al revés” no siempre usa lo último en tecnología.
Porque considera que “dar la vuelta” a la clase le exime de ser un buen profesor.
Enseñar es mucho más que transmitir buenos contenidos.
Porque cree que le va a facilitar su trabajo.
“Dar la vuelta” a la clase no va a hacer más fácil su trabajo
Por el contrario, SÍ debería “dar la vuelta” a su clase:
Porque habla el mismo idioma que los alumnos
El uso de dispositivos tecnológicos dentro del aula nos permite conectar con ellos
Porque nos permite ayudar a los alumnos muy ocupados
Los estudiantes pueden avanzar a su propio ritmo y según el tiempo que disponen
Porque nos permite ayudar a los alumnos con problemas
El docente puede llegar a aquellos alumnos que antes quedaban relegados
Porque permite que destaquen los alumnos con capacidades especiales
La clase se adecúa a cada estudiante
Porque permite “poner en pausa” y “rebobinar” al profesor
Los estudiantes toman el control de su propio aprendizaje
Porque Incrementa la interacción alumno/profesor
El docente dispone de mayor tiempo para interactuar con sus estudiantes
Porque permite que los profesores conozcan mejor a sus alumnos
A mayor interacción, mayor oportunidad para conocer a profundidad a los estudiantes
Porque mejora la interacción alumno/alumno
El docente ya no es visto como una persona que ejerce autoritarismo sino se convierte en alguien en quien los alumnos pueden confiar
Porque permite hacer distinciones reales
El docente puede cerciorarse de quién aprende y quién no
Porque cambia la manera de gestionar la clase
Los principales problemas de “disciplina” desaparecen; ya que el alumno está involucrado en su aprendizaje
Porque modifica la forma en que nos comunicamos con los padres
Al tener un diagnóstico más real de cada estudiante podemos involucrarlos más en su aprendizaje
Porque permite “educar” también a los padres
Los padres deben entender que lo que importa es que su hijo aprenda
Vuelve la clase “transparente”
Conocemos la realidad de nuestras aulas
El anhelo de todo maestro es que sus alumnos aprendan y la única forma de lograrlo es convirtiéndolos en los protagonistas de su propio aprendizaje consciente; donde nuestra labor sea brindarle los medios para lograrlo. Por consiguiente, la “clase al revés” es una forma de hacerlo. Así lo he comprendido a partir de las diversas ideas que Jonathan Bergmann y Aaron Sams plantean a lo largo de su libro y que les ayudarán a entender mejor esta nueva forma de ver la educación y que sería demasiado extenso analizarlas todas aquí. Por ello los invito a leer el libro. Así que no se apresure a tomar una decisión. Quizás, al terminar de leerlo tome la decisión de trabajar en su propia “clase al revés” como yo lo voy a hacer.
Lic. Fredd Tipismana
Bibliografía
BERGMANN, J., & SAMS, A. (2014). Dale la vuelta a tu clase: lleva tu clase a cada estudiante, en cualquier momento y cualquier lugar. (M. FERNÁNDEZ, Trad.) Madrid: Ediciones SM.